ITQ-52 es una nueva zeolita que puede tener aplicaciones industriales en catálisis, absorción y separación de gas, encapsulación y liberación de moléculas, entre otros. Podría utilizarse para obtener gasolina de mayor calidad. La estructura de ITQ-52 ha sido resuelta utilizando difracción de rayos X con alta resolución en la línea de luz 04-MSPD del Sincrotrón ALBA. Esta investigación ha sido publicada en el Journal of the American Chemical Society.
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB), el Instituto de Biología Molecular de Barcelona (IBMB-CSIC) y la Universidad de Wageningen (Países Bajos) han descubierto cómo las hormones auxinas activan los genes de desarrollo de las plantas. Parte de los análisis del estudio – publicado en la revista científica Cell- se obtuvieron en la línea de luz XALOC.
Un artículo de un grupo de investigadores de Finlandia, República Checa, Alemania y Rusia -liderados por Martina Stekrova- ha sido publicado en la revista científica "Applied Catalysis A: General". Parte de los datos de esta investigación se obtuvieron en la línea de luz CLAESS del Sincrotrón ALBA.
Una colaboración internacional entre investigadores de la Nanjing University (China), el Max Planck Institute for Chemical Physics of Solids (Alemania) y el Sincrotrón ALBA ha descubierto nuevos aspectos de los mecanismos magnéticos microscópicos que se desarrollan en las nanoestructuras de cobalto. Los resultados de esta investigación contribuyen a entender mejor el denominado sistema "exchange bias" utilizado en los dispositivos magnéticos de almacenamiento de datos. Este sistema permite construir discos duros de tamaño reducido y con mayor densidad de información.
Los profesores Julio Bacarizo y Ana Cámara-Artigas, de la Universidad de Almería, han resuelto a nivel atómico estructuras de la proteína Thr98Asp del dominio SH3 de la quinasa c-Src unido al péptido de alta afinidad APP12. Se trata de la primera resolución atómica realizada en el Sincrotrón ALBA. La información obtenida en la línea de luz XALOC podría tener implicaciones en enfermedades como el cáncer, el SIDA o la osteoporosis.